Rubia y seguramente con más de 30 años, eso la pone entre las maduritas. Lo que veremos es como la culona mexicana se pone el traje de sirvienta zorra, seguramente para calentar la polla de su marido. Que le costara un poco follarla porque seguramente hay otras con menor edad disponibles.
Pero cualquier mujer que haya superado la treintena, sabe que tener facilidad para abrir las piernas, puede más que cualquier otro atractivo. Las que aprenden eso, son las que se hacen más populares en los barrios y también, las que se la pasan follando todo el tiempo.
Por ende, son las que más se divierten. “La suerte de la fea la bonita la desea”, decía mi abuela. Que era bien fea y seguramente entendía mejor eso de ser puta por los años que vivió y todo lo demás. Tampoco había porno amateur en esa época, entonces vemos que se las vio más rudas.