La tercera parte de la jovencita con lapiceros en el coño es más reveladora aun, porque sigue metiéndose cosas hasta en el culo y hasta se encierra ella misma en una jaula como una mascota sexual, está claro que esta chica le gustan las cosas raras, así que no tendría ningún problema con lo tradicional como tragarse el semen y dejar que la hagas sexo anal.