Algo que el mundo parece olvidar e insiste en irse por el camino contrario. La familia que se prostituye unida, permanece unida como esta madre y sus dos hijas. Ellas follan juntas y ganan dinero juntas, también son felices mientras lo hacen.
Es una tradición que no dejaran perder y generación tras generación, siguen los mismos pasos. Ahora podemos ver la habilidad que tienen para chupar una polla juntas y el afortunado que ha pagado la tarifa correcta, puede follar el coño de una mamá y su pequeña. Eso es progreso señores.
Era de esperarse de una cultura tan sabia y antigua como la asiática que entiende bien que la unión y la carrera por la iluminación es lo que importa. Estas zorras tienen mucho que enseñarle al mundo y espero que ustedes, estén aquí para aprender algo de estas prostitutas.