Espero que el viaje de vacaciones sea todos los años y que siempre termine esta mujer haciendo porno casero, porque verla desnuda y con ese rostro de felicidad mientras muestra su coño, es realmente motivador para mí y espero que para todo el mundo.
Me refiero a que soy de las personas que siente felicidad cuando ve que otro es feliz, no como ustedes que quieren que los demás sufran solo porque ustedes están sufriendo, pero nadie tiene la culpa que ustedes voten por políticos que lo único que saben es robar y entonces terminan jodidos.
Aunque me refiero más que todo a la cara que ella tiene cuando está de vacaciones y que para el recuerdo, quiso hacer algo de porno casero. Eso es como una de las leyes no escritas de una mujer casada que pretende mantenerse así. En la biblia lo pueden buscar si no me creen.
Dejar que su marido le haga fotos desnudas y estar muchas horas follando en el hotel, aprovechando para gemir y gritar como una zorra porque no hay un vecino que la salude la mañana siguiente y le haga sentir vergüenza por gritar como desquiciada mientras estaba follando, es un plus.
Pero también el hecho de poder luego ver como se veía su coño en esos tiempos y comparar lo mucho o poco que ha cambiado. Las mujeres ven eso, aunque no lo admitan en público ni en privado, es una de sus más grandes preocupaciones. Como también el tamaño de la polla de sus maridos.
Que todos sabemos que se hace más pequeño con el tiempo y por eso ellas buscan un amante que la tenga más grande porque del mismo tamaño o más pequeño no tendría sentido. Sus chochos se vuelven más flácidos y necesitan vergas más grandes para poder sentir placer. Solo por eso lo hacen, no es que sean unas putas infieles que adoran engañar a un buen hombre.
